Passar para o conteúdo principal

Ciudad-dormida: Fiesta de la Carvochá y la Chicharrona en la comarca de Las Hurdes

Ciudad-dormida: Fiesta de la Carvochá y la Chicharrona, esencia popular hurdana / Mesegal, Pinofranqueado, Las Hurdes (Extremadura, España)

Víctor Manuel Pizarro

 

UN VIAJE A MESEGAL
De Fregenal de la Sierra a la alquería de Mesegal me separaban casi 300 kilómetros y dos paisajes rurales muy diferentes. ¡Qué grande y variada es Extremadura! Fregenal de la Sierra es un pueblo de la Baja Extremadura, blanco, con calles de forja y cal, rodeado de vastísimos encinares y alcornocales adehesados. Mesegal, una pequeña alquería de Las Hurdes rodeada de paisajes serranos de vértigo, con pinares, olivares y pequeñas huertas en las vegas más fértiles.

Me levanté muy temprano. Quería subir con tiempo suficiente con la idea de hacer paradas y disfrutar del amanecer y de las nieblas viscosas que en estas fechas abrazan los paisajes del valle del Tajo. Cuatro horas de viaje después llegaba a una soleada y muy fría Mesegal, donde la helada se deshacía en columnas de vapor caliente.

LA FIESTA
La fiesta de La Carvochá y La Chicharrona es un festejo hurdano recuperado en tiempos recientes por eminentes hurdanófilos, asociaciones y amigos apasionados de la cultura y el mundo popular "jurdano". En realidad se trata de dos festejos unidos en una única celebración y en un único lugar, Mesegal, una pequeña alquería de Pinofranqueado (Cáceres). La Carvochá está dedicada al ancestral culto a las benditas ánimas de nuestros antepasados. Es conocida también en otros puntos de la geografía extremeña como calvote o calvotá, esto es, el acto de asar las castañas en las brasas. La Chicharrona anuncia la llegada del invierno y el tiempo seco, y con ellos, la época de sacrificar al gorrinu.

Una fiesta compleja y ritualizada, donde se mezclan numerosos personajes, como tamborileros, un maestro de ceremonias, el portador de la esquila de ánimas, la chicharrona y el macho cabrío -el chicharrón-, entre otros.

Desfile de tamborileros al encuentro de La Chicharrona
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Cecilio Mahillo en su papel de macho cabrío, "el Chicharrón"
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Desfile de tamborileros al encuentro de La Chicharrona
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

HACIA ASEGUR
Llegué temprano a Mesegal, así que me ofrecí para ayudar en todo lo que pudiera. Porque esta fiesta es así, cada uno aporta lo que buenamente puede. Remonté la carretera, muy sinuosa, hacia los nacientes del río Hurdano y la alquería de Asegur (alcaría de Lasegú), donde me esperaban elegantemente vestidos para la ocasión, Serafín y Aurora, su señora. Serafín Rodríguez pasa por ser el mejor tañedor de picaus jurdanos que queda en la sierra, una persona entrañable, sencilla, al que tuve el enorme placer de conocer mejor que a todos los tamborileros allí presentes.

Serafín, tamborilero de Asegur
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

¡COMIENZA LA FIESTA!

Una alborada de gaitas y tamboriles enciende el valle helado de Mesegal. El día amanece soleado y rápidamente se embriaga de aguardiente y del aroma dulce de las perrunillas y el anís. Por fin, la comitiva de tamborileros sale a su encuentro y la esperada Chicharrona baja de su montaña, fría y helada, para anunciar que ya es tiempo de matanza. El harineru preside la comitiva lanzando castañas al aire como muestra de agradecimiento a las ánimas por la cosecha. Abajo, en el llano, la Chicharrona es cortejada por un impúdico macho cabrío -el chicharrón-. En el centro de la era empedrada y junto al candil, granadas, melapios y castañas se ofrecen a las benditas ánimas de nuestros antepasados.

Llegada de La Chicharrona
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Pasacalles de ánimas con el "harineru"
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Macho cabrío ("El Chicharrón") rondando a La Chicharrona
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Ofrendas a las ánimas benditas de nuestros antepasados
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

DULCES, POLIENTA Y AGUARDIENTE
¡Corre el aguardiente y la polienta! (vino de pitarra). La era se embriaga animada de romances, picaus y bailes de botella que huelen a leña de encina y café de puchero. ¡Ningún tamborilero parece ponerse de acuerdo! Cada uno toca la melodía que le parece, o tal vez la misma, pero impregnada de la personalidad singular, única, que los hace diferentes.

Encuentro en la era con perrunillas y aguardiente
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Tamborilero
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Tamborilero
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013
 

 

Tamborileros
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Tío Manuel, tamborilero de Cerezal
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

Serafín (derecha) y Ramón Gómez (DEP) tamborileros de Asegur y Azabal
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

LA CARVOCHÁ

No es hasta bien entrada la tarde cuando empiezan a enmudecer los sones, las coplillas y los romances más auténticos de las más altas y duras tierras de Extremadura. Un mechón de pelo de cabra, una bota de vino, pan y castañas para echar en la lumbre de ánimas dan comienzo a La Carvochá.

La Carvochá
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

LA HOSPITALIDAD HURDANA
Retumban al anochecer melodías ancestrales que huelen a pizarra, a polen y a miel, notas musicales que evocan valles profundos y paisajes hostiles, toques secos y hondos de tambor que recuerdan al meandro y al bancal. Manos bastas, como hechas de leño, ajadas por el trabajo pero que sacan melodías suaves y dulces a la gaita. Anochece y es el momento de asar las castañas. Miro a la luna para, una vez más, rebozarme de su luz y de la entrañable hospitalidad del pueblo hurdano, tan amable como la tierra misma a la que pertenecen.

La Carvochá
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

La hospitalidad hurdana
Fiesta de La Carvochá y La Chicharrona

Alquería de Mesegal, Pinofranqueado (Cáceres, España)
Comarca de Las Hurdes
14 de diciembre de 2013

 

UBICACIÓN Y ACCESOS

Ver Fiesta de la Carvochá y la Chicharrona, esencia popular hurdana / Mesegal, Pinofranqueado, Las Hurdes (Extremadura, España) en un mapa más grande

 

 

PROGRAMA 2017

  • LUGAR: Alquería de EL MESEGAL (Las Hurdes, Extremadura)
  • FECHA: Sábado, día 4 de noviembre

 

 

MÁS DATOS SOBRE LA FIESTA

Sobre esta curiosa fiesta, el antropólogo hurdano Félix Barroso nos cuenta:

"Dentro de este inigualable marco, se llevan a cabo los rituales de “La Carvochá”, que de unos años a esta parte tienen como protagonista a la alquería de El Mesegal, dentro del concejo de Lo Franqueado, ya que gran parte de sus vecinos se vuelcan en acondicionar la vieja enlanchada, donde se trillaba el mijo y el centeno y lugar central de las representaciones en honor de las ánimas de los antepasados. En Hurdes, como decía el antropólogo Maurizio Catani, “los paisanos siempre vivieron virtualmente con sus muertos y los soñaban con frecuencia”. La huella céltica de la festividad de Shamaín está muy presente en la tradición funeraria de la comarca. Al igual que las antiguas comunidades de pastores llenaban de singularidad sus fiestas de los muertos, en el territorio de Las Hurdes se han venido manteniendo, en torno a la festividad de Todos los Santos, una mezcolanza de viejos ritos, donde las antiguas creencias se confunden con las gotas de agua bendita que las salpicaron. Tamboriles, gaitas, cánticos, danzas y el mucho comer y beber caracterizaron y caracterizan el “Shamaím jurdano”.Por ello, una vez más, en Mesegal, el día 1º de noviembre, se sucederán pasacalles y petitorios de ánimas. No faltará la “Jogará de lah Ánimah”, encendida con un leño de la lumbrarada del pasado año y en la que el “zajurí” echa un manojo de pelos de cabra, unas migas de pan y un chorro de vino, a fin de conjurar los males del año venidero. Después de los pasacalles, se repartirá el “Pan de lah Ánimah”, amasado con anises y del que todos deben coger un trozo, a la vez que echan una “pintita” de la “polienta” (vino del año), endulzada con miel de los montes jurdanos.

 

Comer y beber “a jinchapelleju” y cantar y bailar hasta caer extenuados. Los antiguos jurdanos pensaban que las ánimas también se encontraban, aunque de manera invisible, sobre las lanchas de la era, y ellas comían, bebían y danzaban por la boca y los pies de los vivos. Todos se esmeraban para que quedaran contentos los espíritus de los antepasados, pues, si quedaban conformes, no vendrían a molestarles en las tempestuosas noches invernales. De aquí que esta jornada se convierta en todo un “Rejuiju”; o sea, en una especie de orgía que implica una catarsis. Allí, en el círculo enlanchado de la era, se entremezclan los sones de los tamborileros con los “Calabazónih” y el “Cenizu”, los “Cantaórih de Cóprah” con las “Comádrih de lah Ánimah” y los “Danzaórih”. En medio de la era, sin que nadie ose tocarlas, las ofrendas para las ánimas: las castañas, los membrillos o zamboas, las manzanas invernizas, las granadas, los higos pasos…, sin que falte una jarra de barro con la “polienta”.

 

Al caer el día, se forma el “Corru de Ánimah” y todos los presentes, agarrados por las manos, forman extenso círculo y se recuerda la memoria de los antepasados, dedicándoles más cánticos y sones de gaita y tamboril. Luego, cuando se empiezan a ver las primeras estrellas, vendrá el gran asado de castañas, la “Carvochá”, y la fiesta continuará hasta que el relente de la noche traspase los huesos y se cuele por el tuétano".

 

LA CHICHARRONA

"Según relatan nuestros informantes (jurdanos ya entrados en edad), el día de La Pura bajaba de la sierra "La Chicharrona", apenas amanecía. Por lo visto, a tenor de la tradición oral, era una mujerona que gastaba unas enormes "cháncah" (al modo de unas rústicas albarcas) y venía toda envuelta en pellicas de cabra (otros dicen que traía un sayón confeccionados con telas viejas, como de arpillera). Llevaba un ancho cinturón de donde colgaban unos cencerros y calabazas vinateras o "carapúchuh" y lucía un gran collar formado por "manzarócah de luh mílluh" (mazorcas del maíz), ya desgranadas. Tenía una cabellera larga y rubia, que se cubría con un viejo gorro de piel de zorra o de lobo. También llevaba algunas longanizas enroscadas en el cuello. Traía una bandola y, dentro de ella, llevaba castañas, higos pasos y nueces, así como un pergamino enrollado, que era la licencia para que los paisanos pudieran comenzar ya sus matanzas. En una mano llevaba un garrote, y en la otra, una vejiga de cerdo llena de agua. La Chicharrona bajaba de la sierra acompañada por un tamborilero. La gente, sobre todos los muchachos, la esperaban a la entrada de la alquería, tocando zambombas que hacían con "carapúchuh" o pucheros viejos o tocando tapaderas de latón. La Chicharrona tiraba al vuelo lo que traía en la bandola, para que lo cogieran los chavales, pero a los que se reían de ella les daba zurriagazos con la vejiga. Luego, todo el pueblo preparaba una "jogará" en un sitio apropiado y llevaban escoltada a la Chicharrona, que se subía en un sitio alto y leía la licencia para poder hacer las matanzas. Luego, aparecía el Chicharrón, todo envuelto en pieles y con unos cuernos de macho cabrío, que obligaba a la Chicharrona a bailar con él. Todo el mundo preparaba una fiesta que duraba todo el día, asando patatas en la "jogará" y otras cosas que quedaban de la matanza anterior. Los muchachos salían corriendo por las calles, metiendo mucho ruido con los cencerros, sobre todo al caer la noche, pues se decía que así se espantaban las brujas y no venían a maliciar la chacina".

 

EL AUTOR

Soy Víctor Manuel Pizarro, miembro de la Asociación de Periodistas y Escritores de Turismo de Extremadura (APETEX), pero, sobre todo, fotógrafo, divulgador y blogger viajero. Escribo sobre viajes y turismo. Siempre buscando la belleza de lo cercano y desconocido. Entusiasta del mundo, de los paisajes de Extremadura y su mundo rural tradicional. Badajoz (Extremadura, Spain). Si te gustó lo que viste, puedes seguirme también en FacebookTwitterGoggle + e Instagram.

Publicado 29th January 2014 por Víctor Manuel Pizarro / Ciudad-dormida

 

Adicionar novo comentário

O código de idioma do comentário.